La CHG considera que no hay posibilidad de construcción de más presas en toda la cuenca

Los nuevos pantanos no incrementarían la capacidad de almacenamiento y obligarían a evacuar a miles de personas

Las infraestructuras de San Calixto y Cerrada de la Puerta supondrían un aumento de 88 hectómetros cúbicos

Los embalses del Guadalquivir llegan al 60% de su capacidad

Embalse del Agrio, en Aznalcóllar, acometerá labores para aumentar su capacidad de embalse.
Embalse del Agrio, en Aznalcóllar, acometerá labores para aumentar su capacidad de embalse. / CHG
Óscar Lezameta

06 de junio 2025 - 13:40

La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) no contempla la construcción de nuevos embalses en toda la cuenca. Salvo el recrecimiento del embalse del Agrio actualmente en proceso de redacción, de San Calixto y la de Cerrada de la Puerta, el organismo no tiene previsto iniciar ningún otro procedimiento. Las razones son la carencia de sitios adecuados para poder construir nuevas presas, la poca repercusión en la capacidad de almacenamiento y la necesidad de proceder a la evacuación de miles de personas para llevarlas a cabo.

La CHG no obstante sí compromete la realización de las dos que recoge el vigente Plan Hidrológico del Guadalquivir y que ya tiene en marcha el actual equipo de este organismo de cuenca: la construcción de las presas de San Calixto, en el río Genil, en los términos municipales de Écija y Puente Genil, y Cerrada de la Puerta, en el Guadiana Menor, entre Jaén y Granada. Otra posibilidad prevista es el aumento de la capacidad de las presas existentes, una vez que se comprueba que la cuenca de aportación permite asegurar la regulación de más recursos hídricos. Este es el caso del recrecimiento de la presa del Agrio, en la cuenca del Guadiamar, en Aznalcóllar.

Sobre el estado de estos proyectos, el de El Agrio, para aumentar su capacidad de 20 a 60 hectómetros cúbicos, ya está redactándose, para lo cual ya se ha iniciado la tramitación de la evaluación ambiental. Asimismo, la Dirección General del Agua licitará en breve la redacción de los proyectos para la construcción de San Calixto, que tendrá una capacidad de 60 hectómetros, y cuyo anuncio previo ya se ha publicado en el Diario Oficial de la Unión Europea y la redacción del estudio de alternativas y del proyecto de la presa de Cerrada de la Puerta, con 280 hectómetros de capacidad.

De haber contado este año hidrológico con estas infraestructuras en funcionamiento la CHG estima que el volumen máximo que se podría haber embalsado hubiera sido de 26,3 hectómetros cúbicos en San Calixto, 56,6 en El Agrio y apenas 5 en Cerrada de la Puerta, debido a la desigual distribución espacial de las precipitaciones.

Desde la CHG se recuerda que un nuevo embalse precisa la existencia de una cerrada adecuada donde construir la presa, la posibilidad de inundar las tierras ocupadas por el vaso del embalse y la existencia de aportaciones naturales de agua suficientes que permitan su llenado y justifiquen su construcción. Estas tres condiciones solo se cumplen en determinados puntos de una cuenca hidrográfica y en la mayoría de los existentes ya los hay.

La ubicación de presas en superficies no reguladas supondría la inundación de superficies muy extensas que coinciden con las más pobladas al situarse en las proximidades del tronco del Guadalquivir. Por tanto, son emplazamientos en los que o no existen cerradas donde poder construir una presa, o existen poblaciones que serían inundadas por el embalse y que deberían ser expropiadas y desplazadas. "Nadie puede imaginar en nuestros días el desplazamiento forzoso de cientos o miles de personas para la construcción de un nuevo embalse", asegura la CHG.

El tercer condicionante sería que se registraran aportaciones suficientes en estos emplazamientos para justificar su construcción. De esta forma, en los lugares más adecuados para la construcción de un embalse ya existe alguno, y de hecho solo una de las presas actuales, el Tranco de Beas en Jaén, se sitúa en el río Guadalquivir; todas las restantes están situadas en sus afluentes debido a la imposibilidad de construir un embalse en el valle del Guadalquivir.

Embalse de Melonares en la provincia de Sevilla durante el pasado mes de marzo.
Embalse de Melonares en la provincia de Sevilla durante el pasado mes de marzo. / CHG

Desembalse del 20% de la campaña

Las reservas del Guadalquivir aumentaron entre el 1 de marzo y el 30 de abril en 1.660 hectómetros cúbicos, mientras que en el Sistema de Regulación General (SRG) (los 19 embalses que se utilizan para suministrar recursos a la campaña agrícola) el incremento fue de 1.225, volúmenes que representan un 20,6% y un 21,7% de su capacidad total. Según los datos de la CHG "no se podría haber almacenado mucha más agua aunque existiesen más infraestructuras dada la intensidad excepcional de los episodios lluviosos en un corto periodo de tiempo, concentrados además en la parte occidental de la demarcación, que dieron lugar a los desembalses y alivios en las presas de esta zona, y a que difícilmente se pueden ejecutar obras para almacenar ese agua desembalsada o las escorrentías generadas por las precipitaciones caídas en la parte no regulada de la cuenca".

La gran cantidad de lluvia acumulada en un periodo de tiempo muy corto (entre el 1 y el 25 de marzo) generó aportaciones extraordinarias en los embalses situados en las provincias de Sevilla y Córdoba. Estas aportaciones obligaron a realizar desembalses al superarse la capacidad de éstos o para mantener los preceptivos resguardos de seguridad establecidos en sus normas de explotación. Cabe recordar que el pasado marzo, con una precipitación media acumulada de 254 litros por metro cuadrado en los embalses de la demarcación, se registró el segundo mayor valor durante este mismo mes en los últimos 25 años tras 2018.

El volumen total desembalsado en la cuenca durante los meses de marzo y abril ascendió a 1.010 hectómetros, de los que solo 265 corresponden al SRG, desde el que se riegan 350.000 hectáreas, más del 80% del regadío con aguas superficiales reguladas de la cuenca. Estos 265 hectómetros equivalen aproximadamente al 20% del volumen desembalsado de este Sistema para atender una campaña de riego con dotaciones plenas.

Los caudales que han llegado al estuario del Guadalquivir como consecuencia de las avenidas extraordinarias han tenido efectos muy beneficiosos sobre esta masa de agua, y no solo desde el punto de vista medioambiental o de la regeneración de los ecosistemas, sino que entre los principales beneficiarios de estos efectos está también el sector arrocero, que ha podido comenzar la campaña de llenado de tablas y siembra con niveles óptimos de salinidad.

Todos los embalses de otros sistemas afectados por las lluvias de marzo, ya sean de abastecimiento como de riego, han quedado en una situación óptima para garantizar la atención a la demanda de sus usuarios durante los próximos años.

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