Entre Gaza y el "macarra", un debate de política general

La sesión plenaria de este jueves empezó muy fuerte. El diputado socialista Mario Jiménez defendía una moción sobre política de comunicación social en la que confrontaba con la popular Auxiliadora Izquierdo en un debate que terminaba a gritos en la tribuna de oradores. Sostenía la grave situación de los servicios públicos andaluces asegurando que desde la Junta se pone el grito en el cielo "porque se han llevado encerrados una hora y media en un tren". Jiménez es un diputado experto que sabía cómo animar la sesión. Tanto, que tras su intervención el consejero de la Presidencia, Antonio Sanz, se refería a él como "macarra" y practicante de "matonismo parlamentario", unas expresiones por la que Jiménez pidió amparo al presidente de la Cámara que no le prestó atención. Sanz y Jiménez son viejos conocidos en la política andaluza, lo que no se puede decir de todos los diputados que se sientan ahora en lo que fue la iglesia del Hospital de las Cinco Llagas.

Y esta intervención marcó toda la sesión de control que ya venía empañada por la anunciada ausencia del presidente de la Junta, Juanma Moreno, en el pleno de la semana que viene. Una ausencia contra la que los tres grupos de izquierdas, PSOE, Por Andalucía y Adelante Andalucía protestaron plantando a Moreno cuando iba a responder la pregunta del portavoz del PP, Toni Martín. Se marcharon del pleno en denuncia de su “indefensión” por el “el compadreo y cachondeo que supone para el PP respetar el poder legislativo de Andalucía”, según explicaba luego la portavoz socialista, María Márquez.

Moreno quería anunciar que el próximo 12 de junio se celebrará un Debate de Política General en el Parlamento, cumpliendo así con el compromiso de celebrar este tipo de plenos extraordinarios dos veces al año. Era su propuesta para acallar las críticas por su ausencia el próximo pleno pero casi le costó trabajo decirlo. Había tanto ruido que era difícil colar un mensaje.

Desde luego parecía la jornada del tema libre. Porque tanto la portavoz de Por Andalucía como el de Vox dejaron a un lado la pregunta que habían registrado para centrarse en otros asuntos. Inma Nieto quería hablar de la grave situación de Gaza. Su grupo parlamentario había entendido que era la jornada para hacerlo y, sobre todo, pretendía que Juanma Moreno condenaser "sin ningún ambage" el "genocidio" que está sufriendo el pueblo palestino en Gaza, los mensajes "miserables de las cuentas oficiales del PP" y a garantizar que "ni un solo euro del pueblo andaluz sirva para financiar a empresas o a fondos cuyo dinero acaba en manos de Israel".

Pero el presidente andaluz llevaba preparado el discurso, "Esto tiene que acabar ya; este conflicto tiene que acabar ya y se tiene que abrir un corredor humanitario de manera inmediata para que esas personas, la población civil, puedan ser atendidas y tengan los recursos suficientes para poder vivir", decía Moreno en una frase que repitió tantas veces como Inma Nieto presionaba.

Vox iba a lo suyo. En las últimas sesiones, Manuel Gavira, portavoz de la formación, se centra en argumentar que el Gobierno de Juanma Moreno "sostiene a Pedro Sánchez" y aplica "políticas socialistas". Unas palabras que este jueves volvía a repetir, "yo no soy la oposición a Sánchez", explicaba el presidente andaluz. Gavira no comparte que la Junta participe en los foros institucionales, como la Conferencia de Presidentes que se celebrará el próximo 6 de junio.

Sanidad y Educación

María Márquez, portavoz socialista, optó por llevar hasta el Parlamento la voz de una madre, Sandra, de la Plataforma Neurodiversa de Málaga, para poner voz a la situación que están viviendo las familias que tienen hijos con necesidades especiales. "Mírela a la cara, lo que no hace conmigo y escúchela, presidente, que ha venido a eso", decía la socialista. Al término de la sesión de control, las consejeras de Educación, Carmen Castillo y de Salud, Rocío Hernández, charlaban con ella en un patio del Parlamento. Una charla serena y educada por ambas partes, sin escándalos y quizás eso era lo más llamativo.

José Ignacio García, de Adelante Andalucía, llevaba las vidas laborales de varios sanitarios andaluces, "con contratos mensuales encandenados, ¿cómo pueden hacer así un proyecto de vida? Y ahora me dirá que son cosas puntuales", decía al presidente quien le respondía con datos de inversión y contratos en la sanidad pública.