"Soy muy princesa"
Alisa Ozhogina | Nadadora de sincronizada

SIRENA DE BRONCE. Sevillana nacida en Moscú antes de que emigrara su familia a España, Alisa Ozhogina (31/10/2000), tiene un currículum hermoso en natación sincronizada, hoy artística: estuvo en los Juegos de Tokio y se coronó con el bronce en equipo técnico en París, además de atesorar medallas multicolores en Mundiales, Europeos y Copas del Mundo. Estudia Comunicación y se expresa alto y claro. Y defiende que, detrás de una deportista de élite, hay una persona.
–Sus padres son rusos, él violinista y ella gimnasta...
–Mi madre no fue profesional, hizo gimnasia rítmica desde los 16 años en Moscú como hobby.
–La disciplina y la constancia las lleva en los genes.
–Las raíces rusas te dan una mentalidad más estricta, pero me considero sevillana.
–Practica un deporte muy exigente físicamente, pero la fortaleza mental es igual de importante, ¿no?
–Sí, la natación sincronizada requiere una mezcla de mil cosas: oído musical, ritmo, aguantar la apnea, resistencia cardiovascular, flexibilidad y fuerza muscular, un poco de teatro para interpretar y hacer expresiones faciales compaginándolo con el esfuerzo físico, trabajar en solitario y en equipo... Y, claro, en todos los deportes se respira y ¡nosotras no!
–¿Cuánto entrena?
–Entre seis y ocho diarias.
–"He aprendido la importancia de la desconexión, a no ser un robot". Ha visibilizado la salud mental. ¿Quedan tabúes aún?
–Cada vez menos, afortunadamente. Ir al psicólogo no significa estar enfermo. En nuestro deporte somos niñas muy responsables y depende de lo que nos diga una entrenadora podemos sacrificar todo por ser la mejor. En una época me pasó, pensaba más en ser como quería mi entrenadora que en ser persona. La desconexión es superimportante para rendir bien; de hecho, llegué a no salir con mis amigos por miedo a cansarme. Gracias a la ayuda psicológica entendí que necesitaba una vida más allá del deporte.
–¿Qué afición extradeportiva la trae loca?
–Me gusta mucho cantar y bailar. Este año me he apuntado a clases de hip hop. Mire que bailo en el agua, pero fuera es muy diferente y una desconexión genial.
–¿Su peor miedo?
–Hay bajones anímicos y a veces no confío en mí misma, pero siempre remonto.
–De su bronce olímpico en París tiene un bonito recuerdo del himno... chino.
–Mi abuela Svetlana recomendó a mis padres que yo hiciera sincro. En verano me cantaba el himno chino porque se lo tuvo que aprender de niña. Fue muy emotivo oírlo en el podio, sentí que estaba allí y le pude decir: "Abuela, dónde he llegado gracias a ti". Empecé a llorar.
–Ha ganado un oro en el equipo con Dennis González. ¿Hay discriminación por estar en un 'deporte de chicas'?
–Al contrario, fomentamos la inclusión de la sincro masculina y trabajar con Dennis por la igualdad es genial. Me ha gustado siempre que haya entrenadores chicos, calmaban las hormonas femeninas cuando nos alterábamos.
–Mengual, Fuentes, Tirados, Carbonell... ¿Cuál es su referente?
–Ahora Andrea Fuentes. He aprendido mucho de ella y también de Gemma Mengual. Como nadadora admiré a Natalie Ishchenko. Tener a las mejores cerca es increíble.
–¿Qué comida y bebida le pirran y no debe acercarse?
–Me encanta el queso y odio las ostras, ni olerlas.
–Digo que no pueda tomar.
–Comemos de todo y bebemos alcohol con moderación, no nos vamos a diario de fiesta. En la Feria tomo rebujito y en fin de año una copita de champán. Ante todo somos personas.
Llegué a no salir con amigos por miedo a cansarme; desconectar es esencial, ante todo somos personas"
–Estudia Comunicación, le gustaría organizar eventos, hacer un podcast, trabajar en la radio... Ya le digo yo que es mejor cruzar 100 veces el Estrecho nadando que ser periodista.
–Estoy acostumbrada a la disciplina. Me atraen la radio, organizar eventos y ser wedding planner.
–¿Qué le preguntaría a la Alisa deportista?
–"¿Qué es para ti el Sincro Sevilla?". Es mi familia deportiva y me ha enseñado todo: éxito es igual a ilusión por trabajo, como dice su presidenta. Entrenan en una piscina pequeña mientras juegan al waterpolo y... ¡somos campeonas de España en todas las categorías!
–¿Cuántos idiomas sabe?
–Perfectos dos: español y ruso. Sé alemán básico, tengo el B2 de inglés, el catalán lo hablo y quiero aprender italiano y francés.
–A Los Ángeles 2028 llegará casi con 28 castañas. Veterana del Vietnam total.
–Soy la cuarta mayor del equipo, en 2026 podría ser la segunda. Aún no es tarde para seguir al máximo nivel.
–Un chistoso dirá que la manera de que una rusa sobreviva en Sevilla es estando todo el día en la piscina.
–Para esto soy sevillana al cien por cien. ¡Soy muy friolera! Para los exámenes de Lengua soy rusa y para el calor, sevillana...
–Un compañero bromeaba sobre los rusos: "Son los más golfos de España".
–¡Al revés! La mentalidad rusa es cerrada y seria.
–Pero los hay guatequeros.
–El vodka hace milagros.
–Que se lo digan a Yeltsin. ¿La han llamado alguna vez la rusa de forma despectiva o la española en Moscú?
–Nunca. Cuando entrené en Rusia me preguntaron si competiría con ellos, pero prefiero tener vida a ganar un oro olímpico a toda costa.
–Fue una de las pocas deportistas más o menos rusas que sacó una medalla en los últimos Juegos.
–Sí, estoy muy agradecida a mi familia por irse de Rusia: he aprendido muchísimo, tengo una mentalidad más abierta, he crecido en la mejor ciudad del mundo...
–Ni su familia ni usted son de Putin.
–No, de hecho, mi padre se ha distanciado de amigos de la infancia, están consumidos por la propaganda.
–Su deporte ya no es natación sincronizada pero su club sí es el Sincro Sevilla.
–No entiendo por qué nos cambian el nombre, para mí siempre será sincro.
–Me angustia ver esa pinza en la nariz cuando compiten.
–Te salva la vida literalmente, evita que te entre agua al cerebro. Te acostumbras y ni la notamos.
–¿Cuánto tiempo puede estar sin respirar de tope?
–Sin esfuerzo físico, tres minutos y medio o más; con esfuerzo, un minuto o más.
–Nació justo cinco años antes que la Princesa de Asturias y se dan un aire. No será la hermana mayor de la heredera al trono, ¿no?
–¿Se imagina? Ojalá... Me encanta la coincidencia. Yo soy muy princesa en algunas cosas: me gusta cuidarme, en muchos aspectos me salgo con la mía, en el CAR nuestro fisio me llama princesa y lo soy un poco. No sé si tenemos por ahí algún vínculo pero sería muy guay, no me importaría...
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