Un fuerte aguacero vuelve a inundar el centro de Jerez y anega la Feria

El fuerte aguacero, con rayos incluidos, que cayó sobre Jerez pasadas las cinco de la tarde de este viernes volvió a inundar las calles del centro de la ciudad que habitualmente se anegan y acabó afectando sobremanera a la Feria del Caballo, que se encontraba en su penúltimo día. Sobre las cinco de la tarde, comenzó a llover de manera tormentosa sobre la ciudad provocando diversos contratiempos, que no fueron a más, ya que, después del aguacero, no hubo más precipitaciones e, incluso, volvió a salir el sol.

Desde la mañana, la Agencia Estatal de Meteorología pronosticaba que a media tarde podría caer un fuerte aguacero en la ciudad, aunque horas después redujo la cantidad de precipitaciones que podrían registrarse. En cambio, minutos antes de las cinco de la tarde decretaba el aviso amarillo por fuertes lluvias, según el Ayuntamiento, un nivel en el que ha estado la ciudad hasta las ocho de la tarde. Ante esto, el gobierno municipal se ha quejado públicamente asegurando que la Aemet comunicó tarde el aviso por precipitaciones.

Según los datos recopilados en la estación meteorológica del Aeropuerto de la Aemet, entre las cinco y las seis de la tarde cayeron unos 11,2 litros por metro cuadrado. Pero lo que sucede en estos casos no es tanto la cantidad, sino la fuerza y el poco espacio de tiempo en el que se produjeron las precipitaciones —unos 12 litros en poco más de 13 minutos, según las estimaciones realizadas por el Consistorio jerezano—.

Esto provocó que, como en ocasiones anteriores, se empezara a generar un río de aguas pluviales que, procedente del barrio de Santiago y las zonas altas del Tempul, continuara por las calles Ancha, Porvera, Larga (Rotonda de los Casinos), Honda y Arcos-Medina provocando las habituales inundaciones y escenas que se repiten cada vez que hay tormenta. No obstante, en esta ocasión se sumó un problema que tiene tradicionalmente la calle Porvera en esta época del año, donde se acumula por el suelo una importante cantidad de hojas y ramas de jacaranda, que provocaron que algunos husillos estuvieran taponados o no absorbieron la cantidad suficiente.

Y como es habitual también, esto propició que se desplazaran contenedores de basura por la fuerza que llevaba el agua. Algunos de los ubicados en Porvera llegaron hasta la altura de Santo Domingo, parándose junto a una andana de botas que se instala cada año en este punto para que los turistas se fotografíen.

La inundación sorprendió también a un grupo de turistas que en ese momento andaba por una de las aceras de la Rotonda de los Casinos. Todos ellos tuvieron habilidad subiéndose al pollete de un ventanal de una entidad bancaria, donde tienen instalado su cajero automático, para no verse arrastrados por el agua en dirección a calle Honda.

No obstante, y dado que no llovió más, unos minutos después el sistema de alcantarillado pudo tragar todo el agua acumulada volviendo estas calles a la normalidad, aunque bien es cierto que en las próximas horas y días será necesaria una profunda limpieza, incluidos de imbornales, debido al enorme arrastre de hojas y flores de jacaranda provocados por la inundación que han acabado atascando algunas alcantarillas.

Mientras, en la zona rural, se inundaron algunas calles y patios de las pedanías de La Barca y El Torno, excepto en una calle del núcleo barqueño que ha requerido de baldeo, según informó el Consistorio.

Un penúltimo día de Feria pasado por agua

El fuerte aguacero también acabó afectando a la Feria del Caballo, que este viernes vivía su penúltimo día. La lluvia sorprendió a muchas personas disfrutando de las casetas o del parque de atracciones, que tuvo que cerrarse ante la lluvia. También afectó al paseo de caballos, que en esta jornada estaba siendo numeroso.

Muchos carruajes optaron por marcharse del Hontoria ante el chaparrón. No obstante, hubo jinetes que encontraron refugio en el interior de alguna caseta, tal y como se ha podido apreciar en muchos de los vídeos que circulan por las redes, para regocijo y cachondeo del personal que estaba dentro de las casetas. Sobre las seis de la tarde, el Ayuntamiento lanzaba un aviso por redes sociales a todos los jinetes y cocheros que estaban en ese momento en el Hontoria para que salieran del recinto ferial y se dirigieran hacia las instalaciones de Ifeca para resguardarse.

Como era lógico, se produjeron algunas filtraciones de agua en el interior de algunas casetas. Pero, pasada la tormenta, llegó la calma y el público continuó disfrutando de la Feria, eso sí, con un Hontoria muy embarrado, con los lógicos inconvenientess que ello conlleva.

Según ha informado el Ayuntamiento, se detectaron problemas en los bajantes de ambos templetes del Hontoria (tanto el de González Byass como el Municipal) provocando inundaciones en su interior. Un grupo de operarios municipales se puso a trabajar para solventar los problemas ocasionados en ambas, aunque ello conllevó que se procediera al cierre temporal al espacio de la firma bodeguera.

También se formó otro equipo de trabajo para proceder al cepillado del albero y, de este modo, eliminar las acumulaciones de agua provocadas por la lluvia.