No acaba la pesadilla para Pedro Sánchez

Crónica personal

08 de julio 2025 - 03:06

Actúa el PSOE como si la reunión del comité federal hubiera dejado atrás tensiones y problemas y asentado las bases para un tiempo nuevo al que llaman renovación. Nada más lejos de la realidad: la pesadilla de Pedro Sánchez no ha finalizado con ese comité que se inició convulsionado por la noticia de que Paco Salazar, uno de los dirigentes más próximos a Pedro Sánchez –llamado a ser el hombre fuerte del nuevo equipo de Organización, aunque estaría presidido por Rebeca Torró– era obligado a dimitir cuando se tuvo noticia de trato inadecuado con mujeres que trabajaban con él en Moncloa, y con una periodista a la que sugirió cena a solas a cambio de información.

Tampoco la reunión del comité federal en sí misma fue bien, a a pesar de que solo se escucharon dos voces críticas, las de Page y la alcaldesa de Palencia. Pero ha prendido la llama. En el propio PSOE, donde ya se escuchan voces que claman decisiones que permitan confiar en el partido. Pero lo más peligroso para Sánchez es que algunos de sus socios ya hablan públicamente de sus dudas sobre el apoyo al gobierno. No es ningún secreto que este tipo de amenazas suenan a amago más que a determinación por romper; los buenos políticos toman decisiones, no advierten que pueden tomarlas. Pero algo se mueve en el PSOE y en el entorno del PSOE, que impide a Pedro Sánchez que se sienta seguro y sean creíbles sus declaraciones de que gobernará hasta 2027.

Esta misma semana se enfrenta Sánchez a una carrera de obstáculos que dañan gravemente su prestigio, el de su partido y el de su gobierno. Ha empezado con la imputación de dos destacados cargos del ministerio de Transportes o de sus filiales, Isabel Pardo de Vera y Javier Herrera, por presuntos delitos; se afianza la idea de que Sánchez ganó las primarias a Susana Díaz haciendo trampa, y la constatación de que el ex presidente de la Audiencia Nacional filtró información secreta a Ábalos, va a hacer difícil que el gobierno presente al Congreso la polémica Ley Bolaños, considerada una maniobra más del gobierno para controlar un poder que legalmente es independiente, el judicial.

Como si no fueran suficientes razones para confirmar que son malos tiempos para Pedro Sánchez, su ministro de Economía retira su candidatura a presidir el Eurogrupo al comprobar que no tenía los apoyos suficientes. Era difícil ganar al irlandés Donohue, pero además es inviable conseguir adhesiones a iniciativas de España.

Malos tiempos por tanto para Pedro Sánchez, que este miércoles deberá comparecer en el Congreso en una sesión dedicada a la corrupción. El peor momento para debatir sobre el asunto más polémico, el que más daño hace. A ver cómo acaba esto…

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