La decisión del PSOE

El PSOE vivirá una semana decisiva. El próximo sábado 5 de julio, el secretario general del partido ha convocado al Comité Federal, el máximo órgano entre congresos. Esta es la fecha escogida para dar respuesta a la gravísima crisis que sufre la formación socialista, con sus dos últimos secretarios de Organización investigados en el Supremo por presunta corrupción. Con el agravante de que Pedro Sánchez ratificó en el cargo a Santos Cerdán hace ahora seis meses, cuando ya había trascendido el llamado caso Koldo y las supuestas implicaciones de su predecesor y ex ministro de Transportes, José Luis Ábalos, en el presunto cobro de mordidas por adjudicaciones de obras públicas. El propio Cerdán está citado a declarar esta mañana ante la máxima instancia judicial mientras el presidente del Gobierno prevé comparecer en Sevilla junto al secretario general de la ONU, Antonio Guterres. Sánchez se ha agarrado a la política internacional para capear la insostenible situación que padece su partido y su Gobierno por decisiones directas suyas. El enemigo exterior siempre suele resultar un buen aliado para desviar la atención y en este caso el líder socialista ha contado con la inestimable ayuda de Donald Trump. Pero se equivocará, una vez más, si el Comité Federal del sábado lo convierte en un plebiscito sobre su persona ante una militancia huérfana y en shock por lo que capítulo a capítulo le descubren los informes de la UCO. Yerra si opta por una operación cosmética en la cúpula e incluso en el Gobierno. También si desdeña las opiniones de ex dirigentes socialistas que le exigen que dé un paso al lado y convoque elecciones generales. Integrarlos en un complot de la derecha o recordar otros graves escándalos en que estuvo inmerso el partido el último medio siglo de democracia resulta sencillamente suicida. El PSOE necesita una catarsis si quiere ganarse de nuevo la confianza de los ciudadanos. El sábado puede escribir un buen prólogo o un buen epitafio.