León XIV, el Papa de la paz en el mundo
Unos 200.000 fieles son testigos de la primera gran Eucaristía de León XIV, con la primera lectura en español y con Francisco muy presente
Las mejores imágenes de la misa de pontificado de León XIV

Roma/La primera gran Eucaristía del Papa León XIV. A las 9 de la mañana ya no cabía un alma en la Plaza de San Pedro. Miles de fieles —se estiman unos 200.000 asistentes— se congregaban frente al mayor templo de la cristiandad para recibir al nuevo pontífice de la Iglesia.
Robert Francis Prevost es el 267° mandatario de la Santa Sede. Fue escogido el 8 de mayo de 2025, tras un cónclave de tan solo 4 votaciones. Fue proclamado cardenal en septiembre de 2023 a manos de su antecesor, el Papa Francisco, el cual ha dejado el listón muy alto al soberano, ya que arrastraba el cariño y admiración de cristianos y ateos de todo el mundo.
Presencia de los Reyes, Montero, Díaz y Feijóo
Hoy, en la Plaza que da nombre a la Basílica de San Pedro, se ha llevado a cabo su pontifical. Un evento que, desde España, no se han querido perder. Los Reyes llegaron junto al resto de autoridades a las 10 en punto. Leticia, una de las cinco únicas mujeres del mundo que pueden usar atuendo blanco en tal ceromina, usó su privilegio en dicha entronización. La veíamos también con mantilla blanca, algo que no sucedía desde su boda con Felipe VI, hace ya casi 21 años.
También asistieron a la ceremonia Yolanda Díaz, Ministra de Trabajo del Gobierno español; María Jesús Montero, Vicepresidenta del Gobierno; y Alberto Núñez Feijóo, presidente del partido popular español. Por el contrario, no contamos con la presencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el que tampoco acudió al entierro de Bergoglio los pasados días.
Paseo multitudinario por la plaza
La liturgia comenzaba tras el paseo en Papa móvil de León XIV, en el mismo vehículo que lo hiciera su antecesor. Así, el pontífice se acercaba por primera vez a todos sus fieles allí congregados. Tras el paseo por la Plaza, bajó a la tumba de San Pedro a rezar junto a varios cardenales orientales, dando así por comenzada la eucaristía.
Se entonaba el 'Laudes Regiae' en San Pedro. Eran las 10.10 de la mañana. En el altar se encuentra la imagen de la Virgen del Buen Consejo, la primera estampa a la que León XIV rezó tras ser su designación. Al igual que pasara con Francisco, el pontífice ha recurrido a una imagen mariana para engrandecer su Fe.
Sorpresa: la primera lectura, en español
Sorprendió a los miles de espectadores allí congregados que la primera lectura fuera en español. Los hispanohablantes de alrededor se miraban entre ellos con caras de alegría. "No olviden que siente al Perú", se escuchó decir a uno de ellos, con la bandera de la tierra mencionada colgando a sus espaldas. La segunda lectura, no obstante, fue en inglés. Un guiño a toda la iglesia anglosajona, en especial de los Estados Unidos, tierra natal de Prevost.
No obstante, la lectura del Evangelio se realizó —como ya es tradición— en el ya antiguo Latín, volviendo a ser releída en griego minutos más tarde. La lectura, Juan 21,15-19, decía así: "Simón, hijo de Juan, ¿me amas?", a lo que Pedro responde que sí. Jesús ordena a Pedro que apaciente y cuide de sus ovejas". Una clara referencia a la función que desempeñará el Santo Padre con el cargo recién estrenado a partir de hoy.
La entrega del anillo del pescador
El reloj marcaba las 11 de la mañana. El sol apretaba sobre la Plaza de San Pedro, y algunos de los fieles optaba por sentarse en el suelo. Los más afortunados se encontraban junto a la fuente principal y, cuando corría el aire, gozaban de las pequeñas gotas de agua que —como un aspersor— caían sobre ellos. Fue en ese momento cuando El cardenal Dominique Mamberti, prefecto del Supremo Tribunal de la Signatura Apostólica y representante de Europa, colocó el palio al sumo pontífice sobre sus hombros, uno de los primeros gestos más destacados de la Eucaristía celebrada. Minutos más tarde era el cardenal filipino Luis Antonio Tagle —uno de los que fuera favorito para suceder a Francisco— quien le entregaba el anillo del pescador. Lo recibía un Prevost visiblemente emocionado, que miraba fijamente el anillo con la imagen de San Pedro, el que le acompañará en todo el caminar que le queda a los mandos de la Iglesia Católica.
Recuerdo emocionado de Francisco
Francisco estuvo muy presente en las palabras del Papa durante toda la celebración. Recordó con emoción su fallecimiento, y lo que impactó este en todo el mundo. Así mismo, dio gracias por aquel último Domingo de Pascua donde el difunto Papa pudo dar su última bendición al mundo. "Vengo a vosotros sin haber hecho nada para merecerlo", admitía el elegido por los cardenales con la humildad en su rostro.
De igual manera, tuvo un pequeño gesto con los celebrantes del Jubileo de las cofradías que hoy acababa. Recordemos que la misa de cierre de tal celebración se celebraba hoy en el mismo sitio, día y hora que la ceremonia de entronización de Prevost. No obstante, quiso mandar un saludo a todos los participantes en el acto, que ayer puso la guinda con el colofón de la Gran Procesión, en la que participó el Cristo del Cachorro de Sevilla y la Virgen Esperanza de Málaga.
El mensaje de León ha sido claro desde aquel día de mayo que salió al balcón del Vaticano por primera vez: la Paz. Tal y como decía hoy en su homilía "Deseo una Iglesia unida, signo de unidad y comunión, que se convierta en fermento para un mundo reconciliado"
"Ita, missa est". Finalizaba así el inicio del Papado de León XIV. Repicaban las campanas en San Pedro. Una nueva etapa en la historia de la Iglesia acaba de comenzar.
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