Esa diva

Ya hemos visto la actuación completa de Melody, la propuesta que tras tantos cambios presenta España en Eurovisión 2025 y la puesta de largo fue en la primera semifinal. Melody podía ir sin nervios porque estaba clasificada para el sábado pero se percibió esa presión de ver los sueños cumplidos tras tanto trabajo y fatiguitas. Su reacción ayer a la actuación del martes fue que lo dado todo. Lo han dado todo ella y su equipo. Si no nos votan, qué le vamos a hacer porque se están vaciando para que Esa diva suene (claro que suena, aunque sea por insistencia) y, sobre todo, guste. Que el televoto se mueva en favor de España tiene que ser por algo más que fantástico. Como Chanel. Y esperemos que también lo vean así con Melody, su poderío, su body, su flamenqueo y su pirueta final.

La canción española se ha reformulado en su integridad tras ser elegida por el apoyo eurofan el Benidorm Fest, con un ritmo más acentuado y la presencia de dos bailarinas en tal vez el mejor momento coreográfico de la puesta en escena (recordando precisamente a Chanel).

La composición se ha dividido en tres partes: inicio de flamenca con bata de cola (tal vez chirría esos bailarines saliendo desde abajo de los volantes); un cuerpo central de empoderamiento, con su body de brillos, entre los bailarines, paseo, beso y viaje por un ascensor virtual; y un hito final entre escalinatas, con amplio agudo en plano generalísimo y que se remata con la mencionado pirueta que ya estaba prevista en Benidorm.

Melody aprovecha el recurso de la pasarela instalada en la escena de este año y la puesta en escena se ensalza en el ‘frame’, el amplio cuadro luminoso, otro hallazgo a disposición de las delegaciones.

A la reacción de lo visto han crecido las esperanzas sobre la candidatura española. Alguno sueña con la victoria aunque lo razonable sería estar, con satisfacción, por encima de la mitad de la tabla. Ojalá el optimismo contagioso y sandunguero haga remover los móviles europeos.